Branding e interiorismo: el porqué de nuestros servicios

Nuestro estudio está especializado en crear historias de marca y contarlas de forma transversal, desde el branding al diseño de interiores experienciales. Esta combinación de disciplinas es nuestra principal propuesta de valor, la solución específica que en WANNA ofrecemos a nuestros clientes, y que, hoy por hoy, ningún otro estudio ofrece —al menos que a nosotras nos conste. Con cierta frecuencia nos preguntan por qué ofrecemos estos servicios (sobre los que puedes leer en profundidad aquí). Hay quien piensa: “¿ Qué tendrá que ver una cosa con la otra?” Hay quien, anticipando lo íntimamente relacionadas que están ambas disciplinas desde la perspectiva de la estrategia de negocio , nos pregunta: “¿Qué fue antes: el branding o el interiorismo?”

Cuando fundamos WANNA lo hicimos con el firme deseo de trabajar a nuestra manera. Eso implicaba muchas cosas que dan para varios posts. Pero una de ellas, quizás la más importante, es que el esfuerzo que implica emprender tenía que compensarnos. Y no en términos económicos (que también, claro), pero eso no era lo prioritario. Lo prioritario era que nuestro estudio fuera el lugar donde crear una sinergia entre nuestras trayectorias profesionales, nuestros valores personales y nuestras pasiones individuales.

¿Cómo suena eso…?

¿Naive?

¿Hippy?

¿Utópico?

Vale, no te falta razón. Hay mucho de locura en la fundación de WANNA. Pero gracias a ella encontramos la fórmula perfecta, la que a nosotras nos funciona, para hacer todo eso realidad. Así, Cathy y Esther supieron encajar sus trayectorias. Cathy como estratega, con más de 15 años al frente de departamentos de marketing de grandes clientes nacionales e internacionales. Y Esther, como directora de arte independiente, con una amplia experiencia colaborando con agencias de marketing y publicidad. Ambas echaron el proyecto a rodar. Un tiempo después me uní yo, creadora y contadora de historias vocacional que, después de cinco años trabajando como redactora creativa en diferentes agencias de publicidad, buscaba nuevas formas de narrar y nuevos canales donde contar esos relatos. En WANNA (por aquel entonces Wanna One Think & Design, ojo) encontré espacio para ello y tras unos años colaborando como freelance pasé a ser la tercera fuerza impulsora del proyecto. Siempre digo que hacen falta tres personas para poder desempatar ;-)

Explicado esto, volvamos a la pregunta del principio. ¿Cuándo y por qué decidimos ofrecer servicios integrales de branding e interiorismo? La “culpa” la tuvo un proyecto de restauración que tenía todo el potencial para ir como un tiro y acabó a medio gas. Nosotras nos encargamos de la creación de la marca. Desarrollamos la estrategia, el nombre y la identidad visual. Una vez asentados y aprobados los pilares estratégicos, verbales y gráficos del proyecto, pasamos el testigo a otro profesional que iba a realizar el proyecto de diseño de interiores del establecimiento. El resultado final no fue el esperado. El universo de marca hablaba un idioma. Y el interiorismo, otro. Entre ambos había un abismo. Y ese fue el “clic” definitivo. Sabíamos que lo ideal para crear un buen proyecto es trabajarlo de forma global. Que todos los elementos con los que se construye el mismo, sean tangibles o intangibles, estén alineados. Sabíamos que esa era (y es) la única manera de garantizar la coherencia a todos los niveles y ofrecer una experiencia de marca sólida y redondita, es decir, de 10; algo especialmente clave cuando se trata de un nuevo proyecto que debe abrirse camino en el mercado. Pero hasta la fecha no habíamos “tocado todos los palos”. Como decía, nuestra formación y experiencia profesional tenían que ver con el marketing, el diseño gráfico, la publicidad. Pero no con el interiorismo. Afortunadamente, la frustración que nos provocó ese “proyecto fallido” transformó el “no podemos hacerlo, no es lo nuestro” en un “¿y si lo hacemos?”

Obviamente, por responsabilidad y profesionalidad, esa decisión conllevó una inversión en formación y, lógicamente, la sinergia con profesionales que nos ayudaron con los aspectos técnicos y ejecucionales de los diseños que teníamos en mente y que, al final, nos atrevíamos a llevar al papel... y a la realidad. Así llegó Lock & Be Free, nuestro primer proyecto integral. Un espacio de taquillas urbanas en el centro de Madrid con el que nos iniciamos en la creación de proyectos 360º. Para nuestra sorpresa, tuvo una gran acogida en medios nacionales e internacionales especializados e, incluso, ganamos un LAUS en la categoría de señalética. Semejante arranque, imaginaos, fue una palmadita en la espalda que nos reforzó en la idea de que ese era el camino. Y desde entonces no hemos parado.

Desde entonces hemos creado marcas e historias y las hemos aplicado en el diseño de hoteles, espacios comerciales, oficinas, restaurantes, colivings… Los proyectos integrales son los que más disfrutamos. Porque en ellos dirigimos y gestionamos la creación y ejecución del mismo de principio a fin, gracias a nuestra visión global de los proyectos (entendiendo marca y espacio como un todo). Estos son los que nos permiten trabajar todas las dimensiones del negocio y con los que dotamos a nuestros clientes de la coherencia y consistencia y de la potencia conceptual necesarias para ser relevantes para su público y tener un discurso diferenciador que perviva en el tiempo… y en el espacio. Y eso hace que se nos caiga la lagrimita. Claro que también creamos proyectos únicamente de branding como por ejemplo Dearmen, un negocio dedicado a la venta de caprichos para hombres. O únicamente de diseño de interiores, como el restaurante del club de tenis de Dénia. Trabajamos a la carta y, sea como sea el reto que tengamos entre manos, siempre con pasión, consciencia y coherencia, con el deseo de revolucionar a nuestros clientes (eso es lo que significa, a fin de cuentas, #wewannarockyou). Para ayudarles a cumplir sus objetivos y sueños. Y con cierta frecuencia… a superarlos. Por no hablar de lo bien que nos lo pasamos. Pero eso ya, para otro post ;-)