Recuerdos de Venecia

Cuánto echábamos de menos viajar. Y cuánto echábamos de menos viajar en equipo. La última vez fue en 2019, cuando volamos a Nueva York para recoger el Hospitality Design Award que recibimos por 2060 The Newton Hostel en la categoría de mejor Select Service Hotel. Tres años después viajamos un poco más cerca, a Italia, para participar en el exclusivo evento "Arte & Disegno & Sostenibilità” organizado por Florim Ceramiche , gracias a la invitación de nuestro colaborador por excelencia, Ferrcos.

La experiencia ha sido tan fantástica que merece la pena dejarla por escrito. Por si algún día nos falla la memoria.

Día 1

Tras aterrizar en Bolonia,  nos dirigimos a Fiorano Modenese, localidad en la que Florim tiene su Florim Gallery, un espacio multifuncional de 9000 m², así como su fábrica 4.0. Aquí descubrimos, de la mano de Mirco Guida, el promotor de la marca en España, las impresionantes nuevas colecciones de Florim. Nos enamoramos de las piezas de su marca de autor, CEDIT (Ceramiche d’Italia), diseñada por prestigiosos artistas, arquitectos y diseñadores italianos como Cristina Celestino, Elena Salmistraro, Federico Pepe, Formafantasma... Soñamos con diseñar una colección para ellos, pero, oh, para eso tendríamos que volver a nacer o tener doble nacionalidad... Nos enamoramos también de la cerámica artística, elegante, lujosa y sensual de la marca Rex. Y fantaseamos fuertemente con incluir varios de sus diseños en próximos proyectos. El modelo Heritage Luxe, concretamente, lo visualizamos ya en una habitación de hotel... Tras visitar el showroom constatamos lo que ya sabemos: los productos de Florim ganan infinitamente en las distancias cortas. Están hechos para verse de cerca, para acariciarlos y descubrir sus texturas. Otro nivel. Por eso, nada como verlos in situ, en sus flagship stores o en los showrooms de sus distribuidores.

Nosotras, sin ir más lejos, amamos Florim desde que David, el “capo” de Ferrcos (nada une y promueve más la confianza que un viaje. Bueno, sí, unos limoncellos), nos presentó la marca hace años. Hemos utilizado material de Florim en varios proyectos. El más reciente, la flagship store de Primor, donde lo hemos colocado en la plata baja y las escaleras. Y el enamoramiento continúa. Porque la pasión que ponen en lo que hacen se transmite colección tras colección. Porque no dejan de innovar, de perfeccionar sus productos e, importantísimo, de apostar por la sostenibilidad. Pero en serio. Sin ir más lejos son la primera empresa cerámica del mundo certificada B Corp. De eso nos hablaron durante la presentación corporativa, tras la comida (qué quesos, qué pasta...), en la que el propio fundador, Gioavanni Lucchese, quien por lo que nos contaron siempre está al pie del cañón, nos dio la bienvenida.

Después llegó el momento de visitar la fábrica 4.0. Sí, 4.0 porque está 100% automatizada. No hay empleados. Solo máquinas y robots. Impresiona ver cómo funciona una fábrica completamente autónoma… El futuro es esto.

Después de inspirarnos durante todo el día y de coger ideas para nuestros proyectos de interiores, vamos al hotel a reponer energías y nos dirigimos a la cena en Villa Valentini. Un espectáculo. Por el enclave, la comida, la compañía. Una noche para enmarcar.

Día 2

Viajamos por carretera hasta Venecia. Allí nos espera una velada que supera cualquier expectativa que pudiéramos tener. Tras un recorrido en taxi acuático, nos perdemos por el centro de la ciudad... vestidos de gala. Nadie nos presta atención. Acostumbrados como están en esta ciudad al carnaval. Hay turismo, pero nada que ver con el que había antes de la Pandemia. Por plaza San marco se puede pasear. Y tomar fotos sin que aparezcan extraños a tu lado. Como nunca desconectamos del todo, visitamos la tienda de Louis Vuitton. Que más que una tienda es un el espacio expositivo de arte contemporáneo. Maravilla.


Vaporetto  hasta el museo Peggy Guggenheim, donde nos espera un cóctel al aire libre. Y en la azotea, una puesta de sol como solo las tiene Venecia. Sufrimos un “stendhalazo” tras otro. Porque además tenemos acceso privado a la colección permanente del museo y a la exposición temporal “Surrealism and magic: enchanted modernity”. La noche no puede haber sido mejor. Bueno, sí, la perfecciona un gelato que conseguimos comprar in extremis antes de poner rumbo de vuelta al hotel y que nos comemos en unas escaleras, junto a un canal, ya sin tacones.  Y como en la vida hay que estar abierto a los giros de guión. De pronto nos vemos en un rooftop bar en la planta 19 de un edificio cercano… ¿Seguimos con la fiesta? 


DÍA 3

Resaca. Emocional, sobre todo. Llega el momento de despedirnos de David, de Mirco y Óscar. De las chicas de Madrid in Love. De los compañeros de Gronda Studio, del “equipo de Barcelona”… y de seguir por nuestra cuenta.

Dejamos las maletas en nuestro Airbnb en el barrio de San Marco y pateamos la ciudad sin tregua. En el transcurso del día hay tiempo para todo. Visita al mercado, un gelato orgásmico de Suso, pizzas (al fin), un paseo en góndola que nos sabe a poco y que alargamos, para sorpresa del gondolero. El chapoteo del agua, el piar de los pájaros interrumpido por alguna gaviota con mala leche, la decadencia de algunos edificios, la espectacularidad de otros, los colores que empiezan a borrarse por el agua y el tiempo… Todo nos atrapa. Estamos juntos en Venecia, en una góndola, en silencio y bajo el sol de las seis de la tarde, con un café helado en la mano. No se puede pedir más. Sí, visitar el European Cultural Centre y alucinar con las instalaciones efímeras, las obras y la expo dedicada a Palestina que acoge el Palazzo Mora con motivo de la Bienal 2022.

Como ha repetido Cathy durante el viaje,  Venecia es una ciudad sensorial. Apela a todos los sentidos con delicadeza y elegancia, si estás dispuesto a sentir. Y a emocionarte.

Aperol Spritz. Paseo por el barrio de la Academia. Cena en Guna. No hay unanimidad sobre la calidad de la pasta. Nos regalamos una sobremesa larga. La noche invita a ello; la plaza de Campo Santo Stefano está espectacular. Y, siendo sinceros, no podemos con nuestra alma. Volvemos a casa soñando con dormir. Y de repente, cuando el apartamento está a la vuelta de la esquina, nos cruzamos con una pareja y su bebé. Están perdidos. La historia que les cuentan a Cathy y a Roberto mientras les ayudan a encontrar su hotel, aproximadamente a 20 minutos de nuestro alojamiento, da para un spin off fallido de Love Actually. No la contaremos aquí.

Día 4

Madrugamos para visitar la retrospectiva de Anish Kapoor en la Galería de la Academia. Impresiona. A algunos de nosotros, demasiado. Algunas de sus obras transmiten demasiada violencia. Otras son, por decirlo de algún modo, para que nos entiendas (que nos perdonen los críticos de arte) un trampantojo visual que te atrapa, confunde y maravilla. La materia de sus esculturas geométricas se funde y confunde. Lo que parecía una superficie plana, al mirarlo de lado cobra volumen... Fascina. Su negro absoluto es lo más cerca que jamás estaremos de un agujero negro. Y más vale que así sea.


Después visitamos la Fondaco dei Tedeschi. Hora de trabajar un poco. Estudio de campo de un espacio de retail de lujo. Otra liga, en muchos aspectos. Inspiración a raudales en términos de ejecución de mobiliario, branding (mención especial para Brik y sus chocolates de terrazo), diseño de packaging... Maravilla.

Terminamos el recorrido en el espacio Olivetti , concebido por el arquitecto racionalista Carlo Sparza.  


Reponemos pilas con una pasta que, ahora sí, no falla. Gelato de despedida. Y una botella de aceite de trufa derramándose en la mochila y luego en la ropa y sandalias de Roberto... El rastro que va dejando, de camino al vaporetto que nos llevará al aeropuerto, hace que Venecia huela mejor que nunca.

Ya en el avión y a punto de que este viaje en equipo llegue a su fin, persiste el agradecimiento. Esta ha sido una oportunidad única, gracias a Florim y a Ferrcos. Persiste la alegría porque este viaje es un capítulo más, y muy bonito, en nuestra andadura como estudio. Y sobre todo como equipo. Quién nos iba a decir, cuando nos embarcamos en Wanna, que tendríamos oportunidad de vivir todo lo que estamos viviendo. 

Simplemente GRACIAS.

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